Fundación Siglo para el Turismo y las Artes de Castilla y León
16 de junio de 2015
16 de julio de 2015
De lunes a sábado, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 hrs. Domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 hrs.
Todos los públicos.
Gratuito
Exposición
Diputación de Palencia
Centro Cultural Provincial (Palencia)
Pza. Abilio Calderón, s/n.. Palencia.
979 715 100
Diputación Provincial de Palencia
La muestra reúne 24 instantáneas del reconocido fotógrafo Chema Madoz, premiado con el V Premio Nacional Piedad Isla.
Chema Madoz (Madrid, 20 de enero 1958), reconocido fotógrafo español al que en el año 2000 le fue concedido el Premio Nacional de Fotografía. Ha realizado numerosas exposiciones individuales, tanto en España como en el extranjero, y destacan sus trabajos surrealistas en blanco y negro. Su obra recoge imágenes extraídas de hábiles juegos de imaginación, en los que perspectivas y texturas tejen sus imágenes.
Entre los años 1980 y 1983 cursa Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid que simultánea con los estudios de fotografía en el Centro de Enseñanza de la Imagen. La Real Sociedad Fotográfica de Madrid expone la primera muestra individual del autor en el año 1985. En 1988 la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes (Madrid) inaugura su programación de fotografía con una exposición de sus trabajos. Dos años después, en 1990, comienza a desarrollar el concepto de objetos, tema constante en su fotografía hasta la fecha. En 1991 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía muestra la exposición "Cuatro direcciones: fotografía contemporánea española" que itinerará por varios países. Algunas fotografías de Madoz forman parte de esta exposición. Ese mismo año recibe el Premio Kodak. En 1993 recibe la Bolsa de Creación Artística de la Fundación Cultural Banesto.
La Editorial Art-Plus de Madrid edita en 1995 su primera monografía: el libro Chema Madoz (1985 - 1995). Tres años más tarde es la Editorial Mestizo, A. C., de Murcia quien le publica un tomo al artista, el libro titulado Mixtos - Chema Madoz.
En 1999 el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela muestra la exposición individual de trabajos realizados entre 1996 y 1997. A finales de ese año, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedica la exposición individual "Objetos 1990 - 1999", que se configura como la primera muestra retrospectiva que este museo dedica a un fotógrafo español en vida.
En el 2000 el fotógrafo madrileño recibe el Premio Nacional de Fotografía de España. Ese mismo año la Bienal de Houston Fotofest le reconoce como "Autor Destacado". Su obra sobrepasa las fronteras españolas llegando no sólo a la ciudad norteamericana sino también hasta el Chateau d´Eau de Toulouse (Francia). Ese año recibió el premio Higashikawa en Japón.
De ahí que la obra de Madoz se caracterice por dirigir su primera llamada a nuestro entendimiento y no a nuestra sensibilidad. Los objetos que pueblan las instantáneas de Madoz nos plantean ante todo un problema lógico que como espectadores competentes tenemos que resolver. El espectador ha de recorrer hacia atrás el largo proceso de análisis y abstracción que el fotógrafo ha recorrido hacia delante hasta toparse con el nexo (oculto a veces, manifiesto otras) que permite asociar los elementos (generalmente dos) que reúnen muchos de sus objetos imposibles. El difícil equilibro que mantienen las instantáneas de Madoz entre forma y contenido no deja de invitarnos a inclinar la balanza hacia el lado del contenido: frente a sus fotografías se nos impone ante todo la tarea de decodificar los elementos entre los que se produce la traslación conceptual con que muchas de sus imágenes juegan.
En ese sentido, las imágenes de Madoz son una suerte de destilado conceptual que, sin embargo, acaba adquiriendo una insólita concreción ontológica. La primera de las muchas paradojas con que nos asaltan sus imágenes tiene que ver con esta oposición entre lo abstracto del proceso de construcción y lo absolutamente concreto del resultado: objetos reales, físicos pero extrañamente irreconocibles que se nos enfrentan reclamando que decodifiquemos su anomalía en clave lógica. Porque, seamos serios: ¿quién diría que no es sensato que, puestos a poner un paso de cebra en el campo, lo hagamos con hierba en lugar de con pintura? Y si tanto tiempo les lleva a los jugadores de billar localizar el lugar exacto del impacto, ¿por qué no insertarles una mira telescópica en el taco? De esta racionalidad surreal, de esta ingenua lógica de lo onírico beben las fotografías de Madoz.
José María Rodríguez Madoz es uno de los más reconocidos fotógrafos españoles y su obra es considerada como poesía visual. Sobre la técnica fotográfica, el propio Madoz dice: "Me interesa en cuanto me permita acceder a los resultados que deseo. Luego de alguna forma hay que olvidarla, no tenerla presente."
Un casi interminable listado de exposiciones individuales y colectivas, publicaciones, etc., vienen a completar el currículum de uno de los grandes de la fotografía contemporánea.